sábado, 24 de abril de 2010

Escribir cartas

Acabo de leer un libro bien bonito, se llama Berta sueña, de Antonio Ventura, ilustrado bellamente por Juan Carlos Palomino, y es la historia de una niña de 8 años, de cómo mira el mundo y lo entiende, de lo que le gusta y le duele. Está narrado tan bien, como si la niña lo hubiera escrito. Me lo recomendó mi amiga Mariana que es editora de libros para niños en el FCE y con la que comparto terrible afición y gusto por esa literatura, los libros son tan hermosos y algunos cabrones, durísimos, para morir de risa o pensar o llorar, o simplemente gozar.
En fin, lo que me llevó a pensar, o una de las cosas, fue en la escritura de cartas, del uso del correo postal. Yo siempre lo utilizo, me escribo con una señora querida que trabajó en casa de mi mamá, y con una mi nana que me cuidó de chica, con ellas me escribo cartas. Es tan emocionante recibir una o poner la nuestra en el correo... desde que elegimos el papel y las cosas que platicaremos, el sobre, poner las direcciones, sentir el sabor del pegamento de los sobres (a veces no me gusta, otras sí). O mandar ocasionalmente un libro delgadito, como el que acabo de leer y quiero mandarle a una niña que conozco y que creo que le va a gustar.
Pero no mucha gente manda cartas ya, con eso de que el internet nos acorta distancias y aporta inmediatez, quizá elegimos el medio fácil, cómodo, expedito.
No lo digo con melancolía de viejita tipo "antes era mejor" no, simplemente ahora es diferente, y ya.
Pero no hay nada como recibir un sobre y leer la letra de quien, con cariño, se tomó el tiempo para pensar en su remitente y dedicarle unas palabras, incluir una foto, un dibujo, o una hoja de árbol como la de Berta la del libro.
Ahora con la tienda, recibo muchos paquetes y tengo que ir al correo casi siempre porque son muy grandes o pesados como para que los traiga el cartero, y me fascina ir, abrirlo, la sorpresa de lo que llegó y luego acomodar las cositas en sus cajones o cajas, porque además tengo una obsesión por acomodar que... uff.
¿Ustedes escriben cartas de papel?
Yo a mis alumnos de un taller que se llama Lenguaje, comunicación y cultura, de la UACM, los llevo al centro, a ver museos etc, pero una actividad es ir a la oficina de correos del centro, que alucinante, y que pongan una carta, a quien quieran, y esto me ha llevado a explicar la mística de mandar cartas, es decir cómo debe ir ordenada la información del destinatario y el remitente, cómo esta se dispone en el espacio del sobre, qué opciones tienen para mandarla (certificada, normal, mensajería), dónde van los timbres, etc. Es una actividad muy interesante y, para muchos de ellos, será la única vez que usen el correo postal... buuuu.

3 comentarios:

La Chili dijo...

Yo, como me la paso escribiendo mi blog, me la paso escribiendo cartas a todos lo que tengo en Mexico (estoy en una compu sin acentos, buu), me pregunto si estare loca porque me relaciono mejor con los lejanos que los presentes, quisiera tener una libreta en todo momento, adornos hojas y sobres hasta casi el barroco, robo hojas de diferentes partes cuando mi dedos sienten ansias y no tienen donde y me encanta el ritmo comunicativo que tiene el papel, me encanta tener todas esas opciones, dejar comentarios en el blog, chatear, mandar correos electronicos, cartas, postales, paquetes, hasta el facebook, comunicacion intensificada. Pero lo que escribes en una carta es diferente, quiza noes muy ecologico o econimico usar ese medio, pero no lo dejo por nada, el ritmo de como piensas y contestas lo que pones, lo aprecio tanto, casi se me sale el corazon del pecho cuando pude alquilar mi apartado y me sorprendio estar tan emocionada, pero para mi es muy importante, en fin..., ojala pronto te lleguen mis cartas.

Centro la Milpa dijo...

Que bueno que escribes de nuevo, no me atrevo a comentar tu entrada más reciente, por el muy nacional miedo a nombrar y así llamar la desgracia, nunca, ese es el orden contrario de la vida.

Mirak dijo...

Chilitatl:
Qué gusto que me leas y me comentes, yo también lo hago, pero no he comentado nada.
Te abrazo